lunes, 31 de enero de 2011

de hombres y de perros

Capuchino, por Amparo Garrido, enero 2011.

Algunos se han quejado de que me compare con un perro...

Mi perro está de suerte. En su vida anterior tuvo que ser un santo, ya quisiera yo su karma. Tiene comida, calor, cariño a mansalva, se ha criado en un jardín, y ahora pasa las mañanas en una terraza al sol... aprende trucos fáciles como máxima obligación...y además, ha sido el primer miembro de la familia en ser retratado por un fotógrafo profesional de animales, de hecho fotógrafa, llamada Amparo Garrido, (os adjunto enlace a su página de fotos de perros, desde ahí podéis navegar su obra) que como podéis ver, ha hecho un magnífico trabajo. No es que parezca que el Chino va a hablar, es que parece que le van a dar el Nobel. Pues eso. Que cuando comparo a los humanos con los perros para mí no es humillación ni desdoro, por más que la gente no lo entienda. Ya quisiera yo que los seres humanos tuvieran un poquito de la humanidad de los perros.
En fin, que la Jenny existe, y con orgullo. Cuidado, que tiene un gran papel: es la guardiana de la ira ancestral de las mujeres silenciadas, apaleadas, explotadas durante milenios; de la ira de los pobres que ven como sus niños han de trabajar como esclavos desde que pueden valerse; de los que pelean engañados por las banderas, de los que se manifiestan en donde sea -ahora en el magreb- para pedir su palabra y sus derechos...la Jenny siempre se pondrá de parte del pequeño y del maltratado, del milleches, porque ya hay muchos, demasiados, que defienden a los que mandan, que no corren riesgos. Ya sabéis. los bienpensantes...
la Jenny sabe que cuando le tienden la mano, puede haber serpientes en cada dedo. (No te fíes perrito). Y cuando muerde, siempre hay un motivo. a lo mejor te muerde a ti cuando fue tu bisabuelo el que violó a una campesina. O es tu primo el que comercia con pieles de no sé qué compradas en China. O eres tu el que come carne, o compras ropa o juguetes made in lo que sea. Y nos importa un carajo el Amazonas. pero a la perra no. Ella protesta, y tiene motivos.
Pues eso. que estoy pensando en colar al Chino en el evento del cumpleaños de la coral. tengo una bolsa discretísima y si nos pillan, podemos decir que mi terapeuta me lo ha recetado, que sin perro me pongo violenta, por ejemplo, a ver si el Capuchino cuela como lazarillo psíquico. Claro que viéndole la cara, colará.
Preparaos, amigos, para ser cómplices de la colada del Chino en Cuenca...

miércoles, 26 de enero de 2011

misa cantada




ayer fue un largo y productivo día que terminó con una cena en casa. improvisada, divertida, también productiva, durante la cual un joven generoso me enseñó a pasar mis fotos al mac y por eso ahora podéis disfrutar de mis impresiones de la mañana a todo color. (Gracias, Alfonso)
Suena la radio, los invitados se han ido. Mientras paseo al perro, ambos capuchinos, recuerdo con una sonrisa los acontecimientos de la mañana. Voy a escribirlo en el blog. Mañana tengo una reunión pronto pero da igual, merece la pena empezar a contaros ahora que aún conservo frescas en la memoria
10:00 Conduce Montse -que es la mejor- y aunque no para de decir que se ha perdido, nos lleva perfectamente a alcobendas y a la mismísima iglesia. Carmiña nos espera y aparcamos en azul sabiendo que nos multarán. Entramos en la iglesia iglesia engalanada con colgaduras de terciopelo morado con borlones de oro, tan suntuosos que me daba ganas robarlos.
Llegamos en pleno ensayo. Un señor director de precioso pelo blanco en el atril y una pequeña orquesta, subimos una escalerilla y nos encaramamos al coro del coro. desde ahí se domina la iglesia entera, el altar enfrente, aún apagado.

Tardo un rato en comprender que esto es un ensayo con orquesta y que ese señor está intentando que unos cuantos desconocidos suenen juntos como él desea. Hay una batería de micros a su izquierda (mirando a nosotros, el altar al fondo) que se va llenando de solistas. Hay teclados y percusión, un cello y un bajo y hace mucho que no estoy en un espectáculo con tanta producción.

El director, el señor Baena, que también ha compuesto la obra, nos dirige con pasión, nos pide matices de forma enfática, intentando conseguir el efecto deseado en cada pieza. Román le mira, a ratos desconfiado (normal, como un perro en casa de otro perro) y a ratos -lo sé- con envidia de ese estupendo montaje. Me encanta el show. Los arreglos son espectaculares, como de los setenta o de la tele...Al final nos juntamos en las gradas de arriba del todo más de treinta seres, bajos tenores contraltos sopranos ...y una ventana ojival, y toda la iglesia allá abajo. Misa de difuntos que parece una fiesta.

Las doce. empieza la misa: Los oficiantes, (unos seis) van de blanco con casulla violeta, con acompañamiento de monaguillos. El incienso tapa el olor de las flores que adornan el altar. La virgen de la Paz preside y la iglesia está llena de fieles y prohombres.

¡Cómo hemos sonado! qué potencia, qué gusto. Aunque éramos dos coros muy diferentes, el espectáculo ha sido estupendo. Había cámara, micros mesa de mezclas, en fin nivelón. Hice un presupuesto mental (que después me confirmó Kika) y me encantó pensar que la iglesia seguía financiando actividades culturales de interés. Música, en definitiva creación, amparada por los curas, como en el renacimiento o el barroco. Claro que no somos Miguel Angel ni Bach...pero no está mal la cosa del mecenazgo. Mientras elevas la fe, fomentas la labor de quienes trabajan por la belleza. Iglesia, ¿qué haces con tu dinero?

Eché de menos a nuestras contras ausentes, Carmina y Belén. Aunque de cualquier forma, no sé dónde os hubiérais metido porque parecíamos cantantes en lata, jeje.

13:45 salida de misa. en la plaza, el contraste: unos señores estupendos, mini banda, tocando pasodobles. (Torito mío no me lo mires de esa manera, deja que peine tus rizos negros con su montera...) Hay muchos abrigos de visón y mucho regocijo por las fiestas patronales. Mientras los visones se van al aperitivo, nosotras nos vamos a recoger el coche. Y aunque nos habíamos pasado de hora, no hay multa en el parabrisas. ¡Milagro! le digo a Montse, que toca su medallón de la virgen. Lo que en mí es broma cariñosa, en ella es fe. qué cielo.

En fin, que me lo pasé muy bien. Que ojalá tengamos más bolos como este, con su orquesta y su percusión y sus músicos profesionales. Que ojalá hubiera más gente apasionada por componer, arreglar y tocar y cantar, que ojalá haya siempre espacio para la fiesta y la música.
...Nosotros seguimos en ello.

domingo, 23 de enero de 2011

la Jenny

Hoy he conocido a una perrita. Es una terrier Yorkshire patilarga y despeluchada y se llama Jenny. dice su ama que tiene muy mala hostia, y mi perro y yo pudimos comprobarlo: se deja oler, medio que mueve el rabo, es encantadora conmigo y de repente, zasca, se convierte en una bestia, se enzarza, ladra y ataca y no hay quien la trate. Nadie sabe por qué Jenny es así. la dueña tuvo antes otros perros más amables y a ella la trata igual que a los precedentes, y no ha habido forma, así que simplemente se ha acostumbrado. Se limita a quererla y la saca atada, con prudencia. Mi chino, mi perro encantador, ha intentado camelársela, y he de decir que ha conseguido echarle unos cuantos arrumacos y lametones, pero la Jenny siempre termina revolviéndose y enseñando los dientes. Ay, Jenny, qué rápido me he identificado contigo. Se lo he dicho a la dueña y me ha contestado: entonces estarás soltera...jeje, os voy a ahorrar un relato sobre mi vida privada, que a nadie importa, pero sí, he de decir que viendo a esta perrita, me he sentido como si me viera en un espejo. Mi misma alegría exuberante, mi misma mala hostia...esa perra era yo! hay que joderse. No me quedaba otra más que intentar comprender ese comportamiento: a lo mejor la Jenny no entiende la vida. No sabé por qué debe llevar un modelito ridículo, ni por qué alguien la lleva atada al final de una correa, y por qué la sueltan a veces, y a veces no. Aunque es leal, y en casa es buena, no sabe por qué su ama es su ama...y manda. Jenny no entiende, y yo tampoco, por qué las cosas son como son, y quizá le gustaría adaptarse para vivir mejor, pero no sabe cómo.
El caso es que en teoría, yo tengo muchas más opciones que la Jenny. Puedo informarme, puedo trabajar para cambiar mi vida, puedo tener hobbys, vida social, he podido reproducirme a mi aire y practico la risa con asiduidad. tengo más inteligencia, dicen los científicos...pero aún así, con mucha frecuencia saco los dientes y gruño, y ladro y hasta parece que muerdo. Con demasiada frecuencia, mi paciencia dura lo que un saludo y un mecagoendiez, porque a mi nivel -humana, educada e informada, con posibilidades de cambio y mejora- siento que la correa me aprieta el cuello sin entender por qué, y me fastidia tener amos que no sé quienes son ni cómo se han ganado el derecho a pasearme donde y cuando ellos digan.
En fin, ya está. La Jenny ha cantado, ha ladrado y pide disculpas a todos los seres mordidos por ella. No se arrepiente, cuidado, pero sí hace propósito de intentar llevar el collar con dignidad. Acepta la autoridad de quien se la gane, como por ejemplo algunos directores de coro y poco más. Jenny encuentra en la música un placer y un desahogo, y aunque no os lo parezca procura ser amable y comprenderlo todo, y va por la vida moviendo el rabo, a ver si cuela.
¿Sabéis que hasta los perros sueñan? pues así es. Y yo sueño, mientras ladro pianissimo y muevo las patas, sueño con sambas...

lunes, 3 de enero de 2011

año nuevo


foto ana muller

1 de enero. así amanece un año nuevo. limpio, reluciente, tan brillante, aún sin estrenar. atrás queda un año difícil, pródigo sobre todo en crisis y catástrofes naturales, desilusión a todos los niveles, fracaso escolar, paro, corruptos tan campantes, medidas y ajustes... El año en el que españa ha sido amenazada de muerte por los mercados. el año en el que gran hermano se ha comido a cnn+, el año el año en que fuimos campeones. Como si los futbolistas, los nuevos santos, cargaran sobre sus bien cubiertas espaldas con la responsabilidad de salvarnos de la mediocridad y del olvido.
adiós 2010, bienvenido dos mil once. que la música nos acompañe todo el tiempo.